martes, 23 de febrero de 2016

Entrevistar al entrevistador ¿Por qué no?



A lo largo de mi vida profesional he hecho cientos de entrevistas a un lado y al otro de la mesa, cuando yo era la candidata y cuando era la entrevistadora. A pesar de que todas ellas mantenían ciertos parecidos, todas fueron diferentes y de todas he aprendido algo, desde ambos puntos de vista.

Muchas veces cuando vamos a hacer una entrevista a una empresa, el que está "al otro lado de la mesa" no es consciente, o no quiere serlo, de que también está siendo entrevistado. ¿Por qué no pensarlo así? Un trabajo es una relación entre dos partes, y si sólo van las preguntas hacia el candidato, nos estamos perdiendo la mitad ¿o no?

¿No os han preguntado muchas veces si tenéis alguna duda o alguna cuestión que plantear? ¿Por qué no aprovechar el momento para preguntar? Pero claro, tenemos que hacer preguntas que no "incomoden" pero que no nos quedemos sin saber y tengamos dudas sobre nuestra incorporación que nos hagan pensar en que hemos tomado una decisión equivocada o sin tener toda la información. Algunas de las preguntas que yo considero importantes, y que no deberían molestar a nadie, son las siguientes:

  • ¿Cómo es un día de trabajo aquí?
  • ¿Cuáles son las prioridades de la empresa?
  • ¿Qué expectativas tiene la empresa del perfil que estáis ofertando?
  • ¿Qué expectativas tiene la persona que será mi responsable / jefe de esta incorporación?
  • ¿Quiénes van a ser mis clientes internos y externos?
  • ¿Cómo va a contribuir mi trabajo al éxito de la compañía?
Cualquiera que nos esté haciendo una entrevista debería ser capaz de respondernos, y nos dará una información muy válida a la hora de tomar una decisión, mucho más allá de horario o salario, que parece que son las únicas preguntas que cuando "se olvidan" de contarnos, hacemos. Por suerte hay cosas tanto o más importantes que esas dos, que sin ser ninguna tontería, pueden ser más parecidas entre puestos similares en distintas empresas. Además, al final, el salario y el horario son dos aspectos que a corto plazo pierden importancia si nos encontramos en un entorno "cómodo" donde sabemos qué lugar ocupamos y qué se espera de nosotros, donde poder crecer y desarrollarnos sin sentirnos engañados y conociendo en dónde nos estamos metiendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario