lunes, 18 de enero de 2016

Felicitaciones en público ... broncas en privado



Esta mañana leía un mensaje de Paul Bryant (un entrenador de fútbol americano de hace ya algunos años), que me recordó de algún modo a mi manera de ver las cosas y a darle título a este post.

Son tres las cosas que le digo a mi equipo para ayudarlos a mantenerse unidos:
Cuando algo sale mal: he sido yo
Cuando algo sale más o menos bien: lo hemos hecho nosotros
Cuando algo resulta realmente bien: lo habéis conseguido!!

Sin embargo, en el día a día, ¿cuántos de nosotros hemos vivido esta situación? Más bien hemos presenciado lo contrario. Algo sale mal o hay diferencias de opiniones en los proyectos, y se oyen los gritos en todo el edificio. Sin embargo, si nos paramos a pensar, ¿le sirve de algo al que grita? ¿y al receptor de los gritos? ¿y al resto del “público” que se ve obligado a presenciarlo? Si la respuesta a alguna de las preguntas es sí, quizás no debas seguir leyendo…

Por suerte o por desgracia, el gritar no da ni quita razones, pero sí nos pone a todos a la defensiva y dejamos de escuchar para entender, y nos ponemos en modo “escuchar para replicar”. ¿Y qué hemos conseguido al final? Un ambiente crispado donde si tenemos la suerte de que se hagan las cosas, no tendremos la suerte de que quieran seguir haciéndose. Estaremos matando la proactividad, la participación, el equipo y la cohesión … salvo cuando el equipo decide unirse “contra” y no para crear, sino para destruir.

Todos somos humanos, tenemos malos días y reacciones de las que nos arrepentimos, pero con una práctica sencilla, mantener al equipo motivado a la larga se consigue.

Algo sale mal, el cliente se enfada, ¿qué hacemos?
  1. Asumir la responsabilidad ante el cliente
  2. Defender al equipo
  3. Si ha habido un responsable, hablar en privado con él y tratar de buscar explicación o, si es necesario, tomar medidas en situaciones graves. Siempre en privado.
  4. Buscar soluciones cuando las haya o asumir las consecuencia cuando no sea posible
  5. Unir al equipo para resolverlas
  6.  Aprender de la situación

Algo sale bien, o realmente bien, ¿qué hacemos?

  1. Agradecer al equipo su trabajo, sin ellos, no habría sido posible. Una felicitación sincera, en público, a todos… ¡qué bien sienta recibirla!
  2. No asumir la responsabilidad única ante el cliente… ni ante nadie. ¡Ha sido un trabajo de todos!

¿Creéis que es posible?... Yo afirmo que lo es, y que se consigue un equipo comprometido, dispuesto, proactivo, cohesionado, de esos que están “a las duras y a las maduras” y con el que siempre se puede contar.


Este post va dedicado al mejor equipo con el que he tenido el placer de trabajar. Sabéis que me refiero a vosotros, ¿verdad chicos?

No hay comentarios:

Publicar un comentario